Buenas escusas que te hacían falta para comer frutos secos
Muchas veces son penalizados por los nutricionistas, pero la verdad es que los frutos secos son alimentos esenciales en una dieta equilibrada y traen bastantes beneficios cuando se consumen moderadamente. Su mala fama proviene del hecho de que, la mayoría de los frutos secos consumidos, se procesan industrialmente, normalmente se les añade sal o azúcar. El procesamiento cambia totalmente el perfil calórico y, por supuesto, debe evitarse cuando queremos beneficiarnos de todos los beneficios que tienen para ofrecernos. Hay dos tipos de frutos secos: los oleosos (nueces, avellanas) y los deshidratados (pasas, melocotones secos). Los deshidratados contienen un alto contenido de azúcar, por lo que no son muy saludables. Por lo tanto, vamos a centrarnos en los frutos secos oleosos.
Los frutos secos como las avellanas, nueces y almendras son conocidos por ser ricos en grasa sana, esencial para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo pero además son excelentes fuentes de proteína e hidratos de carbono. También son ricos en nutrientes como el cinc, el magnesio, las vitaminas y las fibras. Su perfil nutricional los convierte en el bocado ideal para tener durante el día, cuando el hambre ataca y aún no son horas de su próxima comida. Además, son excelentes energizantes, que puedes consumir antes de un entrenamiento o cuando sientes tus niveles de energía más bajos. Si tu cuerpo se siente bien cuando consume grasa antes del entrenamiento, los frutos secos pueden ser un excelente producto para el pre-entrenamiento, ya que te van a abastecer de grasas sanas que vas a quemar durante el ejercicio.
Cómo consumir los frutos secos
El secreto es la moderación. Los frutos secos son ricos en grasa sana, pero no deja de ser grasa. Como todos los alimentos, si se consumen en exceso perderás la mayoría de los beneficios. La cantidad correcta varía de persona a persona y también del tipo de dieta que hace, pero la dosis diaria recomendada por la Fundación del Corazón es de 50 gramos. Puedes mezclarlos con yogur, batidos, tortitas, açaí o simplemente tener contigo una bolsa de frutos secos para ir consumiendo durante el día
Cuidados a tener con los frutos secos
Si sigues una dieta de restricción calórica pon extrema atención a los frutos secos, ya que son bastante densos de calor. No dejes de consumirlos, pero estate pendientes de la cantidad de calorías y preparar diariamente la cantidad correcta para no sobrepasar tu límite diario es esencial. También ten cuidado con comprar siempre frutos secos que no sean procesados, sin azúcar o sal, para aprovechar todas las ventajas que te traen.
¡Que tengas un buen entrenamiento y una buena alimentación!